Todo lo que necesitas saber para legalizar la baja tensión anterior a – Guía completa de legalizaciones eléctricas en España

En la actualidad, cada vez son más las voces que se levantan para pedir la legalización de la baja tensión anterior, una práctica que ha sido prohibida en muchos lugares del mundo por el riesgo que implica para la seguridad de las personas y los bienes materiales.

En este artículo, nos gustaría profundizar en este tema y mostrar por qué es importante legalizar la baja tensión anterior y cuáles son los beneficios que esto puede aportar tanto a nivel individual como colectivo.

¿Qué es la baja tensión anterior?

Antes de adentrarnos en el tema de la legalización, es necesario que expliquemos qué es la baja tensión anterior. Este término se refiere a la práctica de conectar dispositivos eléctricos directamente a la red eléctrica, sin utilizar ningún tipo de transformador o equipo de protección.

A esta práctica también se le conoce como ‘enganche directo’ o ‘colgar cables’, y es muy común en zonas rurales y marginales donde no llega la electricidad de forma constante y se busca alguna forma de obtenerla de manera más económica y eficiente.

Los riesgos de la baja tensión anterior

Aunque la baja tensión anterior puede parecer una solución rápida y económica para obtener electricidad, lo cierto es que esta práctica conlleva numerosos riesgos muy serios tanto para las personas que realizan estas conexiones como para su entorno.

Entre los riesgos más comunes que se asocian con la baja tensión anterior encontramos:

  • Electrocución: al no tener ningún tipo de protección, las personas que manipulan estas conexiones pueden sufrir descargas eléctricas muy peligrosas.
  • Incendios: la conexión directa a la red eléctrica puede provocar sobrecargas y cortocircuitos que pueden derivar en incendios.
  • Daños a la red eléctrica: la manipulación de las conexiones eléctricas puede provocar daños graves en la red eléctrica, que pueden afectar a toda una comunidad.

¿Por qué deberíamos legalizar la baja tensión anterior?

A pesar de los riesgos que hemos mencionado, son muchas las personas que siguen apostando por la baja tensión anterior debido a su bajo coste y accesibilidad. Sin embargo, legalizar esta práctica podría aportar numerosos beneficios tanto a nivel individual como colectivo. Veamos algunos de ellos:

Aumento del acceso a la electricidad

Legalizar la baja tensión anterior permitiría a las personas que viven en zonas rurales o marginales tener acceso a la electricidad de forma más segura y asequible, lo que podría mejorar significativamente su calidad de vida.

Reducción del riesgo de accidentes

Al legalizar esta práctica, se podrían establecer ciertas medidas de seguridad que redujeran el riesgo de accidentes eléctricos. Por ejemplo, se podría exigir que todas las conexiones eléctricas fueran realizadas por instaladores autorizados y que cumplieran ciertos estándares de seguridad.

Generación de empleo y desarrollo económico

La legalización de la baja tensión anterior podría impulsar la creación de nuevos empleos en el sector eléctrico, lo que contribuiría al desarrollo económico de la región. Además, al reducir los riesgos de accidentes y daños a la red eléctrica, se podrían reducir los costes de reparación y mantenimiento, lo que a su vez podría traducirse en un ahorro para los consumidores.

¿Cómo se podría legalizar la baja tensión anterior?

Legalizar la baja tensión anterior no es una tarea fácil, ya que se requiere del compromiso y la colaboración de todas las partes implicadas. Algunas de las medidas que se podrían tomar para legalizar esta práctica serían:

  • Llevar a cabo campañas de concientización: es fundamental que las personas comprendan los riesgos asociados con la baja tensión anterior y las ventajas de legalizarla.
  • Cambiar las normativas: las leyes y normativas deberían ser ajustadas para permitir la legalización de la baja tensión anterior y establecer ciertas directrices para su implementación.
  • Formar a instaladores autorizados: se debería impulsar la formación de instaladores autorizados que pudieran realizar las conexiones eléctricas de forma segura y eficiente.

Conclusiones

En conclusión, la legalización de la baja tensión anterior es un tema complejo que requiere del compromiso y la colaboración de todos los actores implicados. A pesar de los riesgos que esta práctica conlleva, legalizarla podría aportar numerosos beneficios a nivel individual y colectivo, permitiendo a las personas tener acceso a la electricidad de forma más segura y asequible, y contribuyendo al desarrollo económico de la región.

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